¿Alguna vez le han preguntado, al final de sus compras en un establecimiento minorista, si no había encontrado el artículo que deseaba? Así es, esta es una de las formas, no siempre la mejor, de intentar estimar el nivel de desabastecimiento en el retail, algo fundamental en un escenario de intensa competencia entre empresas.
En primer lugar, debemos resaltar que, a pesar de la dificultad de medir la ruptura, también conocida por las siglas OOS (Fuera de stock), debe fomentarse el esfuerzo por estimarlo, especialmente en el comercio minorista, donde la “entrada de caja” de los Cadena de suministros.
Desafortunadamente, es precisamente en este punto de la cadena, donde el mantenimiento del inventario es más “costoso” y es más difícil controlar las pérdidas de ventas, que la ruptura tiene mayor impacto en una cadena de suministro, ya sea por la pérdida de ingresos inmediatos. o futuro, producto de la insatisfacción de los clientes que comienzan a buscar otras cadenas que puedan atenderlos con un mejor nivel de servicio.
Hay algunas formas de tratar de estimar las ventas perdidas y, por lo tanto, ajustar los volúmenes de inventario para mitigar pérdidas futuras. Los mecanismos más comunes son:
- Investigación con los consumidores en la caja de las tiendas;
- Contabilización del tiempo de ruptura de las alertas de existencias cero, que pueden automatizarse más o menos;
- Auditorias realizadas en campo para medir rupturas.
Los aspectos positivos de la investigación con consumidores en caja son el bajo costo de registrar las ausencias y la sencillez de su cuantificación. Sin embargo, es común la falta de estandarización de los registros realizados por los profesionales que actúan en las cajas y, en algunos casos, los dobles registros, ya que el consumidor puede ingresar más de una vez a la tienda durante el período de desabastecimiento, aumentando los desabastecimientos registrados.
Por otra parte, dimensionar el desabastecimiento mediante la estimación del tiempo en que el producto se descompone tiene hoy, en mecanismos electrónicos de control de stocks en tiempo real, tales como anaqueles electrónicos y balizas, un importante aliado. Sin embargo, la necesidad de estimar la demanda perdida durante un período de tiempo relativamente corto aún representa un desafío importante.
Finalmente, las auditorías realizadas por equipos de campo son excesivamente costosas y solo indican el porcentaje de tiendas/productos fuera de stock, la mayoría de las veces sin poder estimar efectivamente la pérdida total de ventas. A pesar de ello, este mecanismo es muy utilizado en procesos de benchmarking, cuando se espera una valoración neutral de ruptura de mercado.
Las nuevas tecnologías de seguimiento de productos y seguimiento del consumo final abren la posibilidad de mapear con mayor precisión la pérdida de ventas en una cadena, lo que será fundamental en un escenario de mayor complejidad en el retail, como es el caso de omnicanal.