En la crisis en la que se encuentran el mundo y Brasil por el nuevo coronavirus, no son solo los profesionales de la salud los que no pueden parar. Otros ejemplos son: trabajadores de la línea de producción, motoboys, conductores, trabajadores portuarios, trabajadores ferroviarios, almacenistas y otros profesionales involucrados en el movimiento de productos.
Por cierto, la LOGÍSTICA no puede parar.
Esto va desde el transporte de personas, al fin y al cabo, sin transporte público, la mayoría de estos profesionales que necesitan seguir yendo y viniendo a sus lugares de trabajo no podrían llegar, hasta el transporte de mercancías. De nada sirve tener productos disponibles en fábricas o centros de distribución si no hay forma de llevarlos a su destino final. Los EPP, medicamentos y otros productos hospitalarios y farmacéuticos deben estar disponibles para su consumo en hospitales y farmacias, al igual que los alimentos deben estar en los mercados.
Figura 1: La logística debe seguir funcionando para que los brasileños no se queden sin productos. Fuente: Marcin Jozwiak en Unsplash
Para que a los brasileños no les falten productos, cada empresa adoptó una estrategia diferente.
Las empresas de bienes de consumo básico, como alimentos, bebidas, higiene y limpieza, así como las industrias farmacéuticas, están operando “a toda velocidad”. Estas empresas están aprovechando al máximo ahora y elevando los inventarios en la cadena de suministro para garantizar el suministro. Hablando con algunas empresas del sector, el principal temor es tener que reducir el ritmo de producción o entrega por la falta de empleados que tengan contratados o sean sospechosos de tener Covid-19.
El comercio minorista, ya sea de alimentos o productos farmacéuticos, debe mantener sus puertas abiertas y poder satisfacer el aumento de la demanda en línea. Los principales retos según estas empresas son: primero, dar todo el apoyo necesario a sus empleados, ya sea en EPI y/o psicológico, para que se sientan seguros y sigan yendo a trabajar a diario y, segundo, conseguir reponer las estanterías tan lo más rápido posible. Con la evolución de la epidemia, muchos consumidores fueron de compras simultáneamente, comprando por encima del patrón normal. Para evitar la escasez de productos, las tiendas se están abasteciendo con mayor frecuencia.
Algunas industrias están utilizando otras medidas, como el cambio de turnos o la reducción del número de personas que trabajan al mismo tiempo. Y siempre están aquellos sectores que deciden parar por completo la producción, como es el caso del sector del automóvil.
De todos modos, cada empresa se está adaptando a esta nueva realidad. Lo que todos tienen en común es el impulso de minimizar el impacto en los empleados y la sociedad tanto como sea posible. Sobre todo porque, sin personas, no hay empresa.
Asimismo, sin logística, el mundo se detiene.