La leche es un alimento muy presente en el menú de los brasileños, independientemente de su región y/o clase social. Tanto en su versión pasteurizada UHT como en derivados como el queso, el yogur y la leche chocolatada, la leche pasa por un complejo proceso productivo y logístico en su cadena de suministro hasta llegar a los lineales de los supermercados.
En Brasil, según el IBGE, hay registro de producción de leche en 555 de las 558 microrregiones del país, la gran mayoría proveniente de pequeños productores. Además, debido a sus características específicas, la leche tiene un nivel de perecebilidad muy alto, lo que dificulta aún más su manipulación y almacenamiento. En este contexto, es importante destacar el desempeño de las cooperativas, facilitadores logísticos que consolidan volúmenes diariamente para simplificar el cobro de las grandes industrias. De esta operación surgió el concepto de viaje rutinario, que consiste en la recolección ordenada de pequeños volúmenes de insumos desde un mismo vehículo, de la misma forma que las cooperativas realizan diariamente con los pequeños productores.
Sin embargo, a pesar de ser uno de los mayores productores de leche del mundo, Brasil todavía tiene la calidad del producto como un factor limitante importante en el crecimiento de este mercado. Es posible trazar una clara relación entre el desarrollo social de la región productora y la calidad de la leche producida. La mayoría de las veces esto se debe a métodos precarios de alimentación y ordeño del ganado, lo que afecta las propiedades y consecuentemente el sabor final de la leche. Esta es una de las principales razones de la falta de grandes empresas de productos lácteos en el Nordeste, región que, a pesar del gran mercado, sigue siendo, en su mayor parte, abastecida por industrias ubicadas en MG, SP, GO y el sur del país. .
En todo caso, la leche sigue siendo uno de los principales generadores de empleo y renta en el campo, aún con el estancamiento de la producción por la crisis de los últimos años. Además, varias oportunidades, principalmente relacionadas con fusiones y adquisiciones, han movido el sector y pueden conducir a un aumento en la demanda de leche en los próximos años. Será necesaria la planificación en campo y la reestructuración de la logística para que el escenario futuro de la producción y distribución de leche sea bien aprovechado.