El reciente Política Nacional de Pisos Mínimos para el Transporte de Carga por Carretera ha llevado a muchas empresas a revisar su estrategia de contratación de transporte. Uno de los pasos en el análisis de la estrategia de contratación es precisamente conocer el mercado del transporte para saber qué puede ofrecer.
En su última edición, la revista Tecnologística trae una panorama del mercado de operadores logísticos en Brasil. El análisis cubre 201 operadores logísticos que, en 2017, tuvieron un ingreso total de casi R$ 70 mil millones. Estos ingresos han ido creciendo a una tasa media del 22% anual desde el año 2000, habiendo alcanzado su punto máximo en 2017 tras retraerse en 2015 y prácticamente estancarse en 2016.
Figura 1 - Evolución de los ingresos netos de los operadores logísticos y número de operadores logísticos
Fuente – Revista Tecnologística
En el análisis de los servicios de transporte ofrecidos por los grandes operadores logísticos de Brasil, se identifica que alrededor del 60% ofrecen servicios de Cross-docking, Transfer, Gestión de Transporte, Justo a Tiempo, Puerta a Puerta y Milk Run. En cuanto a la tecnología, más del 80% de las empresas disponen de un sistema de gestión del transporte.
Estos análisis, sin embargo, son solo una fracción del mercado de transporte de carga en Brasil. Según la Agencia Nacional de Transportes Terrestres (ANTT), hay casi 153 mil empresas de transporte en el país y más de 524 mil transportistas independientes que generan ingresos de aproximadamente R$ 400 mil millones según el IBGE (Sector Transportes, servicios auxiliares y correo) . Es decir, los grandes operadores logísticos representan menos del 20% del mercado nacional, lo que demuestra cómo se pulveriza este mercado. Tan fragmentado que los ingresos netos del principal operador logístico nacional, JSL, representan solo el 1% de los ingresos del sector.
Figura 2 – Mercado de transporte en Brasil
Fuente - OITS
Esta fragmentación del mercado del transporte da lugar a una competencia feroz que acaba haciendo bajar los precios del transporte por carretera y ampliando la gama de servicios. En este sentido, es el cargador quien se beneficia, quien debe prestar atención, sin embargo, a la salud financiera de su transportista. Después de todo, no tiene sentido pagar un precio de flete bajo si el transportista sufre una pérdida, lo que puede afectar la calidad del servicio, o incluso amenazar la continuidad de la operación, en caso de que falle el operador logístico. Así, lo mejor es que exista una relación de sociedad entre el cargador y el transportista para que ambos se ganen y se fortalezcan. Pero eso es tema para otro post!