En la recta final de toma de posesión antes del inicio del período de veda por la ley electoral, la presidenta Dilma Rousseff abrió espacio en la agenda para entregar extractos de al menos dos obras emblemáticas del Programa de Aceleración del Crecimiento (PAC). Después de visitar la transposición del río São Francisco, la semana pasada, pretende inaugurar el jueves 855 km del Ferrocarril Norte-Sur, conectando Palmas (TO) con Anápolis (GO).
La línea será entregada 27 años después de la emisión de la primera licencia ambiental para su construcción. Sólo en el gobierno de Dilma se pueden contabilizar tres años de retraso en la toma de posesión.
En el apuro previo a la fiesta, los trabajadores se turnan las 24 horas del día para dejarlo todo listo. Y, aunque la línea ya está instalada, aún faltará un complemento: otros 800 metros que conectarán, en Anápolis, el Norte-Sur con la Ferrovia Centro-Atlântica (FCA).
El gobierno aún enfrenta otro problema en la construcción de vías férreas: la falta de vías. El viernes, el ministro de Transportes, César Borges, partió rumbo a China. Él, junto al presidente del BNDES, Luciano Coutinho, “venderá” los ferrocarriles brasileños a los inversionistas. Pero reservó tiempo en su agenda para cobrarle al proveedor, Pangang, por la entrega de los productos. En el mejor de los casos, el material comenzará a llegar en tres meses. Se esperaba para finales de 2013.
Requisitos. Pangang fue contratado porque era el único postor en la tercera subasta de Valec para comprar rieles. Los dos intentos anteriores, suspendidos por indicios de irregularidad y dudas sobre la calidad del material, los ganó el mismo Pangang. En el tercer intento, el gobierno exigió mejoras en el producto y garantías financieras adicionales, pero aún enfrenta dificultades.
Ese problema no afecta el tramo que será inaugurado por Dilma, pero sí afecta la continuación de la Línea Norte-Sur, que va desde Goiás hasta el oeste de São Paulo, llamada prolongación sur de la línea. Los planes del gobierno son inaugurar este tramo, entre Ouro Verde (GO) y Estrela d'Oeste (SP), a fines de 2015. Según el balance de Valec de diciembre de 2013, el 50% de la obra está concluida.
Préstamo. Debido a la falta de material, Valec consideró tomar pistas prestadas del Departamento Nacional de Infraestructura de Transporte (Dnit), que administra las carreteras federales, pero también tiene bajo su responsabilidad algunos tramos de vías férreas. Pero, por el momento, trabaja con el material sobrante del tramo Palmas-Anápolis.
Cuando la línea esté operativa, los puertos de Santos (SP) e Itaqui (MA) estarán conectados entre sí por un ferrocarril de trocha ancha, más rápido y con mayor capacidad, apto para carga. “No es que la mercancía vaya a viajar de un puerto a otro, sino que habrá opciones en el Norte y en el Sur para que el productor elija la mejor salida”, explicó el ministro de Transporte, César Borges.
A lo largo de la vía férrea, hay producción de granos, salvado y minerales. La falta de obras complementarias, como patios para transferir carga de los camiones a los trenes, aún impedirá un uso más intensivo de las líneas el próximo año, según el presidente de la Asociación Nacional de Transportistas Ferroviarios (ANTF), Rodrigo Vilaça. Pero, cree, la cantidad de granos y salvados en los vagones casi se duplicará en seis años, pasando del actual 14% de la producción al 32%.
Fuente: Estado de S. Paulo