La planificación de la demanda comercial se ha visto afectada por las incertidumbres económicas y geopolíticas, como las altas tasas de interés, las interrupciones en la cadena de suministro y las tensiones geopolíticas. Estas incertidumbres dificultan pronosticar con precisión la demanda y planificar niveles adecuados de producción e inventario. Como resultado, los equipos de planificación pueden necesitar adaptar sus procesos para responder a este desafío.
Ante la incertidumbre y la inestabilidad, algunas prácticas han demostrado ayudar a minimizar los impactos negativos en la planificación de la demanda, como:
– Búsqueda e incorporación de más datos: La principal fuente de datos para la previsión de ventas y la construcción de planes operativos es tradicionalmente la serie histórica de bases de datos de ventas y operaciones. Sin embargo, en tiempos de incertidumbre, es posible que los datos históricos no reflejen lo que sucederá más adelante. Como tal, es posible que los equipos de planificación deban incorporar más fuentes de datos, como análisis de redes sociales, comentarios de los clientes e indicadores de tendencias del mercado disponibles en los lagos de datos, para obtener una mejor comprensión de las fluctuaciones de la demanda;
– Análisis de escenarios: es útil preparar varias “visiones futuras” porque durante los períodos de incertidumbre, es difícil predecir con precisión cuál será la demanda futura de los clientes y cómo pueden cambiar las condiciones del mercado. Al crear múltiples escenarios con diferentes suposiciones sobre el futuro, los equipos de planificación pueden estar preparados para múltiples posibilidades y responder rápidamente si las condiciones reales se desvían del escenario previsto originalmente. Mediante la creación de varios escenarios, la empresa puede estar preparada para diferentes posibilidades, como una recesión económica, un aumento inesperado de la demanda o una interrupción en la cadena de suministro. Esto permite que el equipo de planificación responda rápidamente a diferentes situaciones, ajustando los planes de producción y los niveles de stock de acuerdo con la situación real;
– Colaboración: la comunicación y la alineación entre los diferentes departamentos dentro de una empresa se vuelve aún más crítica. Es posible que los equipos de planificación deban trabajar más de cerca con los equipos de ventas, marketing y operaciones para garantizar que tengan la información más precisa y actualizada para tomar decisiones informadas. La colaboración con socios clave de la cadena de suministro también ayuda a obtener información más precisa y tomar mejores decisiones;
– Flexibilidad y frecuencia de actualización de los planes: implica ajustar los programas de producción, los niveles de inventario o incluso las ofertas de productos para responder rápidamente a las condiciones cambiantes del mercado. Esto requiere revisar y ajustar los planes con más frecuencia, asegurando que los planes sigan siendo relevantes y que los equipos puedan ajustar su enfoque según sea necesario. Sin embargo, también es importante lograr un equilibrio, ya que demasiadas actualizaciones pueden crear interrupciones innecesarias o confusión entre los miembros del equipo. Por lo tanto, es importante que el seguimiento esté estructurado y tenga un propósito, y que tenga en cuenta la cantidad de tiempo necesario para desarrollar los planes.
Aunque la mayoría de estas prácticas son intuitivas, muchas empresas no están seguras de cómo aplicarlas en sus procesos de planificación de la demanda a diario. Las salas multidisciplinarias, los planes de contingencia, S&OE descentralizados, CPFR y torres de control de planificación aún no forman parte de los procesos S&OP e IBP bien establecidos en la mayoría de las empresas, que trataré de abordar en una próxima publicación.