Por supuesto, el contexto de crisis que estamos viviendo en los últimos meses ha potenciado la capacidad creativa de las empresas para salir de su statu quo, revisando sus procesos, formas de contratación de proveedores y evaluando nuevas formas de atender a sus clientes.
En este sentido, la compartición logística, con la utilización de un mismo recurso por más de una empresa para la ejecución de un servicio logístico, por ejemplo vehículos o almacenes, se convierte en una vía interesante para afrontar los nuevos retos que la pandemia ha traído al abastecimiento. cadenas
Figura: La logística compartida puede ser una solución estratégica en términos de economía y nivel de servicio ofrecido. Fuente: Tumisu por Pixabay
A continuación, se presentarán los beneficios de esta solución a través de los aspectos económicos y de nivel de servicio.
aspecto económico
Considerando el escenario de crisis económica que se ha mostrado inevitable en Brasil y en el mundo, por lo menos para el año 2020, la necesidad de reducción de costos, incluyendo la logística, se vuelve cada vez más evidente y urgente.
pensemos en transporte distribución urbana última milla (B2B). Tenga en cuenta que aquí no estamos hablando de transporte fraccionado para servir al consumidor final (B2C). A menudo, los vehículos que realizan distribución urbana para un único expedidor operan con gran ociosidad debido al limitado tiempo disponible para realizar las entregas y el recorrido del conductor.
Por tanto, compartir este vehículo con otro transportista que atiende a clientes en la misma ruta o que se desvía mínimamente de ella puede ser una alternativa interesante para optimizar el uso del vehículo contratado, aumentando su ocupación y, en consecuencia, reduciendo los costes de transporte de última milla, a través de su prorrateo con otra compañía naviera. Incluso cuando hablamos de cargas con diferentes características, como secas y congeladas, esta solución se puede aplicar, utilizando, por ejemplo, vehículos divididos.
Despachar cargas desde un mismo almacén puede ser fundamental para que esta operación sea viable, ya que, como ya se ha comentado, el tiempo disponible para realizar las entregas suele ser el factor limitante de la operación y, por ello mismo, el reparto de carga debe afectarte como lo menos posible. Por lo tanto, compartir el mismo almacén con otro transportista asociado, además de la flota de distribución, es otra forma de capturar los beneficios de la logística compartida.
Aspecto del nivel de servicio
Ahora bien, dejando de lado el aspecto económico y entrando en el tema del nivel de servicio que se ofrece al cliente: cuando pensamos en regiones o clientes de un transportista que actualmente son atendidos con baja frecuencia de entrega, por ejemplo porque tienen baja demanda y/ o se encuentran lejos de las instalaciones desde donde se despachan las cargas, es posible ofrecer un servicio con mayor frecuencia de entrega a través de carga compartida. Después de todo, cuando más de un embarcador utiliza el mismo vehículo, el período de consolidación de la carga para hacer económicamente viable un viaje tiende a disminuir.
Estratégicamente, mejorar el servicio al cliente es sin duda una buena manera de fidelizar a los clientes e incluso aumentar la participación de mercado de la empresa. Es decir, especialmente cuando estamos hablando del escenario actual, reducir la incertidumbre relacionada con el suministro, aumentar la frecuencia de entrega y, por tanto, brindar un servicio diferenciado en el mercado puede traducirse en un aumento e incluso recuperación de una parte de lo perdido. demanda por los efectos de la crisis.
Consideraciones finales
En ningún momento se dijo que las soluciones propuestas aquí sean triviales de implementar. Ciertamente, hay algunos aspectos que pueden hacer difícil e incluso inviable compartir la logística, especialmente cuando hablamos de empresas con diferentes culturas y procesos.
La existencia de barreras a la colaboración entre empresas competidoras, normas de gestión de riesgos no consonantes, dificultades en la gestión compartida de flotas, conflictos de interés sobre qué cliente de qué cargador tiene prioridad en el servicio en situaciones extraordinarias, como retrasos en la operación y posibles picos de demanda son algunas cuestiones que deben tenerse en cuenta antes de implementar una operación compartida.
Sin embargo, aprovechemos este momento de múltiples dificultades para darle una oportunidad a nuevas soluciones, aunque al principio traigan nuevos desafíos a superar. ¡Después de todo, estamos hablando de la posibilidad de resultados prometedores no solo por ahora sino también por el nuevo futuro que les espera a las empresas!