La nueva edición del Programa de Inversiones en Logística (PIL) prometido por la Presidenta Dilma Rousseff en su discurso de toma de posesión debe ser el resultado de una profunda revisión de las líneas de concesiones ya en curso. Es bastante probable que el crédito para proyectos se encarezca, evalúa un interlocutor del presidente. Sin esto, es posible que los proyectos queden varados en el estante. “Las condiciones del mercado han cambiado y estamos en otra realidad”, dice.
Encargado de coordinar los programas de inversión federal, el nuevo ministro de Planificación, Nelson Barbosa, indicó que habrá cambios, pero estos serán limitados. Y prometió aumentar el atractivo de los proyectos para el capital privado. Por otro lado, afirmó que la falta de infraestructura en el país “no es una justificación para hacer inversiones a cualquier precio”. Conciliar el costo de los proyectos y la prisa por iniciar los proyectos, dijo, será el mayor desafío del gobierno.
Este dilema aparece, por ejemplo, en los multimillonarios proyectos ferroviarios. Difícilmente tendrán todo el volumen de recursos necesarios para su implementación del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES). Habrá que recurrir a la banca privada. Estos, sin embargo, ya habían advertido que no podían mantener las condiciones prometidas por el gobierno en la primera edición de la PIL: tasa de interés de largo plazo (TJLP) más 1,5%. La retribución fija tendría que ser mayor.
Y la falta de crédito es solo uno de los problemas de los ferrocarriles. Otro es la aparente falta de interés en los proyectos. Las constructoras brasileñas, que se adjudicaron las concesiones viales, ya habían anunciado que no participarían en la subasta del primer tramo ferroviario, que conecta Campinorte (GO) con Lucas do Rio Verde (MT), incluso antes de la operación Lava Jato. No están de acuerdo con la estimación de inversión fijada por el Tribunal de Cuentas Federal (TCU), considerada insuficiente.
chino
El gobierno dice que la salida será buscar inversores internacionales. Señalan a los chinos como los candidatos más fuertes. Pero, internamente, existe un reconocimiento de que esta alternativa puede que nunca se materialice, como ha sucedido con otras promesas de inversión del Este. Por eso hay quienes defienden un rediseño total del programa, ofreciendo mayores tasas de retorno, como forma de atraer inversores. Y, después, un nuevo roadshow para vender los proyectos a extranjeros.
Asimismo, las nuevas concesiones de carreteras deberán ofrecer mejores perspectivas de ganancias para atraer inversionistas. Esta discusión no puede alargarse, ya que la concesión del puente Rio-Niterói vence en mayo.
Otros tramos viales para concesión están en estudios que concluirán este año. Asimismo, se están analizando nuevos ferrocarriles, como, por ejemplo, una conexión de 1.200 km entre Lucas do Rio Verde (MT) y el puerto naval de Itaituba (PA).
puertos y aeropuertos
En el caso de los puertos, el problema es de otro orden. Hay muchos inversores interesados. Pero una parte importante del PIL Portos, el arrendamiento de áreas en puertos públicos cuyos contratos ya vencieron o están por vencer, está detenido en el TCU desde hace más de un año.
El proceso también está sujeto a judicialización. Las empresas que ya están instaladas en los puertos han presentado demandas para continuar con sus áreas. La perspectiva de largas discusiones aumenta la evaluación de que será necesario rediseñar el programa. También existe la intención de otorgar otros aeropuertos, como Recife, Salvador y Porto Alegre. Esto, sin embargo, todavía necesita ser estudiado.
Fuente: Estado de S. Paulo