Hace poco más de una semana hablé de la embestida de algunos gigantes globales del comercio electrónico en el comercio minorista y su búsqueda para enriquecer la experiencia de compra de los consumidores. Pues bien. Esta semana, el periódico Valor Econômico trajo una serie de artículos sobre el aumento en el número de consumidores norteamericanos que compran comestibles en línea.
Las expectativas son altas: para 2024, se espera que alrededor del 70 % de los consumidores estadounidenses compren frutas y verduras en línea. Para darle una idea, en Brasil, actualmente, solo el 2% de los consumidores realizan compras en los supermercados virtuales del país. En cualquier caso, aunque esta realidad todavía parece lejana, sabemos que el mundo está cambiando muy rápidamente y las empresas deben estar preparadas para el nuevo escenario que se avecina.
¿Y dónde encaja la logística en esta transformación? ¡¡¡En todo!!! Después de todo, los minoristas deben adaptar sus operaciones a la nueva realidad. Una realidad es entregar un libro, la otra es entregar 1 kg de tomates y 1 kg de pescado, ¡todo fresco y sin arrugas! Para ello, las empresas deberán repensar sus centros de distribución e incluso la organización de sus tiendas. El tiempo de entrega deberá ser corto y, para ello, los lugares de almacenamiento de los artículos deberán estar cerca de los consumidores y no a la entrada de las ciudades, donde suelen ubicarse los terrenos más baratos y, en consecuencia, los centros de distribución de las empresas. .
Como vimos en publicación que cité anteriormente, la solución de las cadenas chinas al problema de la ubicación fue adaptar sus tiendas para que también fueran un centro de envío de compras provenientes del comercio electrónico. En este modelo, el propio empleado de la tienda realiza la selección y el embalaje, con cintas transportadoras que envían los productos empaquetados al centro de envío. La ventaja de este modelo es que aprovecha la ubicación de las tiendas, que generalmente se encuentran dispersas por la ciudad. El factor que complica, sin embargo, está en la gestión del inventario y en la preocupación por no molestar al público en la tienda física.
La alternativa a este modelo es almacenar, clasificar y enviar pedidos a través de un centro de distribución exclusivo para comercio electrónico. El modelo centralizado tiende a aumentar el tiempo de entrega, lo que se puede compensar con el uso de sistemas de mapeo de rutas y el uso de la capacidad total del vehículo, lo que requerirá el uso de un sistema de programación, que consolide las entregas en el momento en que se realizan los pedidos.
Las dificultades del comercio electrónico de productos perecederos no se limitan al almacenamiento, sino que también se extienden al transporte. Con la variedad de artículos a entregar, lo ideal es que los camiones estén compartimentados, pudiendo transportar artículos refrigerados, congelados y secos al mismo tiempo. Otra opción es utilizar envases térmicos para garantizar la temperatura de los artículos refrigerados y congelados durante el transporte, aunque esta solución conlleva riesgos, dependiendo del tiempo de viaje durante las entregas.
Recientemente, Carrefour lanzó en São Paulo un nuevo modelo de entrega que ya se ha utilizado en Estados Unidos y en algunos países europeos. Se trata de una especie de drive-thru, en el que el cliente se desplaza en coche hasta una de las tiendas de la cadena para recoger la compra realizada a través del e-commerce. Para el minorista, el modelo le quita peso a la última milla, ya que ahora la hace el propio consumidor.
Referencias:
Supermercado moderno – Vea cómo planificar la logística de su comercio electrónico
Valor económico - góndolas digitales
Portal No Varejo – Carrefour lanza entrega de comida drive-thru en Brasil