¿Cuántas veces has comprado algo online este año?
Me imagino que si no lo compraste, hasta pusiste productos en el carrito, ¿no?
Con la pandemia del COVID-19 y las medidas de distanciamiento social, se ha producido un cambio en la rutina de la población, siendo las compras a través de canales digitales una alternativa para evitar aglomeraciones. La compra de productos alimenticios en línea, que representa del 1% al 5% de los ingresos dentro de las ventas totales de los supermercados, fue aún más intenso porque eran elementos esenciales. Aún con las tiendas abiertas, la preocupación por la propagación de la enfermedad provocó un cambio de comportamiento y muchos consumidores decidieron probar la compra de alimentos en el formato virtual, incluso el grupo de edad de más de 60 años.
Figura: E-grocery apunta a un posible futuro para los supermercados. Fuente: Unsplash
Según un informe de Compra & Confie, empresas que monitorean las ventas en línea en Brasil, hubo un 339% de crecimiento en mayo en las ventas de alimentos y bebidas de comercio electrónico en comparación con mayo de 2019.
En los primeros meses de la pandemia, en el grupo GPA, el comercio minorista digital aumentó del 1,5% al 4% de las ventas, con la marca Pão de Açúcar alcanzando el 7%. Para la empresa Natural da Terra, el aumento fue aún mayor, alcanzando llegando al 27% en las primeras semanas de la pandemia y estabilizándose en el 20%.
Como otra indicación del crecimiento de este segmento en el comercio electrónico, a principios de julio, Uber y Amazon anunciaron nuevos servicios de venta de alimentos, bebidas y artículos de higiene y limpieza. Uber se ha asociado con la startup de entrega de supermercados Cornershop, en la que el usuario podrá realizar compras a través de la aplicación Uber y Ubereats. Amazon ya ha implementado el Servicio “Programa y Ahorra”, para la compra de artículos de compra recurrente, que se detalló en el reciente post del consultor Fernando Chalréo.
A pesar de que muchos consumidores entraron “a la fuerza” en este nicho online debido al aislamiento social impuesto, los usuarios han descubierto numerosas ventajas y deberían seguir comprando en este formato incluso después de la pandemia. El principal beneficio es la comodidad y la conveniencia: no tener que enfrentarse al tráfico y buscar un lugar para ir a las tiendas, no tener que cargar con innumerables bolsas, no tener que enfrentarse a pasillos llenos de gente, largas colas…
Así, si antes las actividades de separar el producto, pasarlo por caja, empacarlo y transportarlo eran realizadas por el cliente, en la compra online la responsabilidad pasa a ser del supermercado, generando sobrecarga de las estructuras logísticas.
En la próxima publicación comentaré sobre estos desafíos que enfrentan las empresas y algunas soluciones que se exploraron. Además, si desea obtener más información sobre los cambios digitales en el comercio minorista, permanezca atento a 26º Foro Internacional de la Cadena de Suministro, de ILOS, que tendrá lugar del 13 al 15 de octubre de 2020, y traerá el tema “E-commerce y Retail Transformation” como uno de los ejes principales del programa.