Millones de niños en todo el mundo amanecieron hoy con la cara iluminada al encontrar el regalo que dejó Santa Claus.
Poco saben del hercúleo trabajo que se ha llevado a cabo en los últimos meses en su fábrica, ubicada en los confines de la Tierra, para hacer viable la producción de estos juguetes.
Tampoco se imaginan (de hecho, algunos lo intentan de verdad) la dificultad de hacer cientos de millones de entregas en tan poco tiempo, apoyándose únicamente en un trineo y nueve renos voladores.
Entregas que deben realizarse todas en una noche, con una ventana de tiempo estrecha (los niños deben estar durmiendo) y sin “fallos”.
¡Solo se aceptan pedidos perfectos!
De hecho, es el trabajo de logística más grande y espectacular del mundo. Algunos adultos dejan de creer en Santa Claus. ¡En el área de logística, los encuentro a diario!
¡Felicitaciones a todos los Papa Noel que han trabajado tan duro durante los últimos meses y de alguna manera han contribuido a ver las caras iluminadas esta mañana!
¡Feliz Navidad!