Hace algunos años, Procter & Gamble (P&G) identificó un fenómeno peculiar en la serie de demanda de uno de sus principales productos: los pañales infantiles Pampers. La empresa notó que, aunque la demanda de pañales en el comercio minorista era relativamente constante y se pronosticaba con un alto grado de precisión, los pedidos que le llegaban de los distribuidores eran bastante irregulares y mucho más difíciles de pronosticar. Cuando analizó el pedido de cintas adhesivas que hizo para 3M, descubrió que la variación en los pedidos era aún mayor. A este fenómeno, en el que la variabilidad de la demanda aumenta cuanto más lejos se está del consumidor final, P&G nombró efecto látigo, o, como lo conocemos en portugués, el efecto látigo.
Una de las primeras personas en identificar este efecto fue el profesor de MIT Jay Forrester mientras estudiaba la dinámica industrial de las cadenas de suministro en los Estados Unidos. Creyendo que era más fácil demostrarlo que explicarlo, creó a finales de los años 50 el Beer Game. En el juego de la cerveza, como también se le conoce en Brasil, los participantes se dividen en cuatro eslabones de una cadena de suministro tradicional (fábrica, distribuidora, revendedora y minorista) y deben administrar las existencias de un solo producto, realizar pedidos de reabastecimiento a sus proveedores y satisfaciendo la demanda de sus clientes. La competencia se da entre cadenas y gana la que tenga el costo total más bajo (suma de costos de pedido y exceso o escasez de productos).
Figura 1 – Ejemplo de aplicación de Beer Game
Fuente: OIT
Luego de años de estudios y observaciones, se descubrió que lo que generaba inventarios excesivos en ciertos períodos de tiempo, altos gastos con horas extras, pérdida de capacidad con intensas reprogramaciones de máquinas y bajo nivel de servicio por indisponibilidad de productos, algunas de las consecuencias de efecto látigo – fueron factores como el uso de lotes de producción, promociones y largos tiempos de respuesta, además de causas conductuales como percepciones erróneas de los tiempos involucrados en el proceso y miedo a la falta de productos. Para reducir el efecto látigo, varios mecanismos robustos y siglas famosas como VMI, JIT, EDI e ERP. Sin embargo, el mayor remedio para este fenómeno se logra a través de una mayor integración y toma de decisiones sincronizada entre los eslabones de la cadena, una percepción que se vuelve clara después de llevar a cabo el simple, pero poderoso, Beer Game.
Figura 2: ejemplo de un efecto de látigo observado en una aplicación Beer Game
Fuente: OIT
O Beer Game brinda una gran oportunidad para que profesionales de diferentes eslabones de la cadena de suministro, o incluso de diferentes áreas de la empresa, asuman roles diferentes a los habituales y replanteen la relación entre su función y las demás. A través del carácter lúdico, los participantes aprenden de sus errores y aciertos y, después de experimentarlos, nunca olvidan. Este es el secreto de Beer Game que, incluso 50 años después y renovado por la tecnología, sigue siendo un gran éxito en eventos corporativos y universitarios.
Referencias
<http://sloanreview.mit.edu/article/the-bullwhip-effect-in-supply-chains/>
<https://ilos.com.br/web/jogos-de-empresa-e-operacoes-logisticas/>