Introducción: los retrasos en los fletes como fuente de ineficiencia en la cadena de suministro
Las importaciones de larga distancia a menudo se asocian con la necesidad de coordinar la cadena de suministro en procesos que involucran varios pasos concatenados y bajo la responsabilidad de diferentes partes interesadas, por ejemplo, fabricación, envío al puerto de origen, procesamiento de exportación, transporte al puerto de destino, tramitación de la importación y transporte al destino. En este contexto, los retrasos que se originan en una etapa del proceso pueden generar desajustes en etapas posteriores, lo que exacerba la variabilidad del tiempo de entrega y perjudica el desempeño de la cadena en su conjunto.
Las consecuencias de la incertidumbre del tiempo de entrega son costos operativos superiores a los óptimos, ya que están relacionados con mayores niveles de inventario y la complejidad de la cadena de suministro: las incertidumbres en los tiempos de entrega están asociadas con la necesidad de mantener existencias de seguridad más altas, con el fin de sostener la nivel de servicio deseado; además, la mayor complejidad se deriva de la dificultad de coordinar, bajo incertidumbre, una extensa red de socios, por ejemplo, clientes, proveedores, transportistas, operadores portuarios etc..
Si la cadena de suministro decide aceptar el riesgo de demora al no tomar ninguna medida de mitigación, la gravedad relacionada con la ocurrencia de eventos específicos de demora en el transporte dependerá de varios elementos, como la duración relativa de la demora, el momento en que la demora fue detectado y si las partes interesadas fueron informadas de la demora de manera oportuna. A modo de ilustración, supongamos que se originó una gran demora cerca de la hora prevista de llegada (ETA) al puerto de destino; en este caso, es probable que las partes interesadas no tengan tiempo para coordinar acciones correctivas. Por otro lado, supongamos que surgiera un breve retraso antes de la salida del barco del puerto de origen; en este caso, el armador tiene tiempo suficiente para proporcionar una ETA revisada a las otras partes interesadas, minimizando las ineficiencias en los otros eslabones de la cadena.
La fuente de variación del tiempo de entrega puede estar relacionada con varias razones, tales como la disponibilidad tardía de la carga, la recolección tardía de la carga, la capacidad operativa portuaria insuficiente, la capacidad de transporte insuficiente, los conflictos laborales, las manifestaciones sociales y las condiciones climáticas severas, además de otras causas no proporcionó.
Sin embargo, dado que tales fuentes de variación no están bajo el control de los eslabones de la cadena de suministro, puede ser impracticable evitar por completo que ocurran. Afortunadamente, las consecuencias esperadas de tales fuentes de riesgo pueden aliviarse empleando algunas medidas mitigadoras y reactivas conocidas, tales como: (1) alineación de intereses e información entre las partes interesadas; (2) uso de planes de contingencia basados en análisis de datos; y (3) implementar amortiguadores y planes alternativos. En todos estos casos, la efectividad de las acciones puede ser potenciada y reforzada por una mejor visibilidad de la carga.
Figura 1 – 3 Acciones de Mitigación de Riesgos
Estrategias de mitigación
Alineación de intereses e información entre las partes interesadas
Las ineficiencias relacionadas con los retrasos en los envíos pueden surgir de la asimetría de intereses e información entre las partes interesadas de la cadena de suministro. Por ejemplo, supongamos un escenario en el que el proveedor (o su operador logístico) no tenga los incentivos adecuados para que la carga esté disponible en el puerto de origen en el momento previsto; de esta manera, el operador portuario, al no darse cuenta de la demora, habría desperdiciado los escasos recursos que previamente había reservado para esa operación específica. Esta situación puede ser mitigada a través de contratos de coordinación y alianzas con proveedores para compartir información y mitigar riesgos de manera conjunta.
Los contratos de coordinación pueden promover mejoras en la relación entre las partes interesadas, haciendo que el comportamiento de maximización del desempeño de una determinada parte interesada sea congruente con el óptimo global de la cadena de suministro.
La estrategia conjunta de mitigación de riesgos puede adoptar la forma de un compromiso mutuo con la gestión de riesgos y puede ponerse en práctica mediante la identificación y el seguimiento colaborativos de los riesgos, el uso de intermediarios locales para encontrar proveedores confiables en partes desconocidas del mundo o el empleo de planes conjuntos de continuidad comercial. Tales estrategias son útiles en caso de disponibilidad tardía de productos, retiro tardío en el puerto de origen, capacidad de transporte insuficiente o capacidad operativa del puerto insuficiente.
En cuanto al escenario mencionado, el intercambio de información entre los actores de la cadena de suministro habría evitado, en primera instancia, el desperdicio de recursos para el operador portuario.
Planes de contingencia basados en análisis de datos
El análisis predictivo para la identificación temprana de eventos de riesgo en la cadena de suministro puede aplicarse a casos de condiciones climáticas severas y otras situaciones inesperadas entre el puerto de origen y el de destino. Este conjunto de estrategias de mitigación implica la creación de sistemas de detección de excepciones y alerta temprana para eventos que se desvían de los parámetros planificados, el monitoreo de ubicaciones críticas en la base de suministro, así como el monitoreo del clima, noticias y monitoreo de redes sociales.
Amortiguadores y planes alternativos
Cuando las acciones preventivas no funcionan, el impacto de los retrasos en el transporte se puede aliviar mediante la implementación de amortiguadores. Por ejemplo, los operadores portuarios y los transportistas podrían mantener un exceso de capacidad de almacenamiento, manipulación y transporte para utilizarlo cuando sea necesario, y tanto el proveedor como el comprador podrían mantener existencias de seguridad, clasificadas por su nivel de criticidad.
Al mismo tiempo, los planes de contingencia se pueden utilizar de diversas maneras para evitar demoras prolongadas, como tener una lista de puertos alternativos aprobados previamente y múltiples opciones modales.
Conclusión: la visibilidad de la carga como palanca para la mitigación efectiva del riesgo
Podemos argumentar que la efectividad de las estrategias de mitigación mencionadas está en función de la calidad de la información conocida sobre la carga. Por lo tanto, un esquema de visibilidad mejorado proporciona una mejor información sobre el estado de la carga y aumenta el éxito de nuestro modelo de gestión de riesgos. La visibilidad se puede mejorar de varias maneras, como sistemas de seguimiento, torres de control y bases de datos que se actualizan casi en tiempo real.
Una buena visibilidad de la carga es un aporte extremadamente valioso para los modelos analíticos y una de las piezas de información más importantes para compartir entre las partes interesadas de la cadena de suministro, además de servir como una herramienta de creación de confianza para alinear los incentivos. De manera práctica, al reducir las incertidumbres, una buena visibilidad de la carga alivia la necesidad de aumentar los niveles de inventario y reduce la necesidad de adoptar planes alternativos ineficientes.