¡Río de Janeiro está de fiesta! Visitantes de todas partes pueblan las calles y las arenas olímpicas para seguir el evento deportivo más grande del mundo. Vivir en la ciudad olímpica es una experiencia única, y no hablar de ello es prácticamente imposible. mucho a Fernanda cuanto Bernardo ya hicieron sus aportes a los impactos de los Juegos Olímpicos en la ciudad, tanto en la logística para la realización del evento como en el legado logístico que el evento dejará para la ciudad de Río de Janeiro. En cuanto a la logística de los juegos, destaca un hecho: el transporte de animales para los eventos ecuestres.
La equitación quedó marcada en la historia brasileña gracias al jinete Rodrigo Pessoa, que en los Juegos Olímpicos de Atenas de 2004 ganó una medalla de oro para Brasil, montando el famoso caballo Baloubet de Rouet. Para los Juegos Olímpicos de Brasil, se transportaron casi 300 caballos, operación que costará alrededor de 10 millones de dólares para el Comité Olímpico Brasileño. Este costo es comprensible dado el alto valor de las cargas. A efectos comparativos, el caballo Palloubet D'Halong, heredero del Baloubet montado por Pessoa, llegó a Brasil para representar a la selección de Qatar y fue comprado por la federación de ese país por 11 millones de euros, un valor estratosférico para un caballo que sólo será la reserva de uno de los caballeros del país.
A finales de julio, la primera oleada de caballos partió de Londres rumbo a nuestro país. 34 caballos fueron transportados para competir en las competencias ecuestres de los Juegos Olímpicos, 5 de ellos del equipo brasileño ECC, el Conjunto Completo de Equitación, compuesto por doma, cross-country y salta El vuelo de más de 10 horas se realizó con un Boeing 777-F de Emirates, debidamente equipado para transportar a los animales. Se utilizaron contenedores especiales, donde se guardan los caballos durante todo el trayecto. A pesar de viajar erguidos, los animales no se ven privados de sueño durante el vuelo, ya que pueden dormir en esta posición. Y rara vez necesitan sedantes. Además del ambiente con temperatura controlada y la abundancia de alimentos como verduras y frutas frescas, los “atletas” son acompañados durante todo el trayecto por veterinarios y cuidadores.
Figura 1 – Embarque de caballos en el vuelo Boeing 777-F de Londres a Río de Janeiro
Fuente: http://inside.fei.org/news/how-do-horses-get-rio-olympic-games-0
Al aterrizar, los animales fueron llevados a la terminal de carga viva del aeropuerto de Galeão. Aún en la terminal, se les leyó el microchip que los acompaña y se revisaron sus pasaportes equinos, además de inspecciones sanitarias y visuales. Luego, los animales fueron transportados en camiones especiales directamente al Centro Ecuestre Olímpico en Deodoro, de donde no podrán salir bajo ninguna circunstancia durante todo el evento, para evitar cualquier posibilidad de contaminación y enfermedad que pueda afectar el desempeño de los valiosos caballos. . . El Ministerio de Agricultura, Ganadería y Abastecimiento sigue de cerca la operación logística, desde la descarga de los animales en el aeropuerto, la liberación para el envío a Deodoro, hasta el aislamiento de los animales en Deodoro. Desde abril de 2015, el Centro Ecuestre Olímpico se encuentra en vacío sanitario, es decir, ningún animal sale ni entra al recinto. Esta medida terminó solo con la llegada de los caballos de competición. Todas estas medidas muestran el cuidado puesto para que no haya problemas por las disputas, y son las que garantizan el espectáculo que todos presenciamos aquí en Río de Janeiro.
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