A principios de mayo se anunció la construcción de un megapuerto multicarga en Espírito Santo. Se espera que las obras del Complejo Portuario de São Mateus comiencen en el primer trimestre de 2019, y que las operaciones comiencen en el segundo semestre de 2021. El puerto tendrá 1,8 metros de muelle frontal, calado operativo de 16 metros y capacidad para recibir contenedores , carga rodante, rocas ornamentales, carga en alta mar y para reparación de barcos.
Si bien un proyecto de megapuerto siempre despierta curiosidad, lo que llama la atención es el momento en que se anuncia. Con el país tratando de salir de una crisis financiera y aún envuelto en una crisis institucional, los proyectos de infraestructura, especialmente aquellos Greenfield, Son escasos. Así, queda la expectativa por saber si este es el comienzo de una reanudación de las inversiones en infraestructura o si es solo un soplo de esperanza.
Aunque el BNDES y los grandes bancos están a la espera de ampliar la oferta de crédito, en el contexto de infraestructura de transporte, las inversiones siguen avanzando a paso lento. El anuncio de nuevos ferrocarriles está estancado desde el PAC y no debe desbloquearse antes de 2019, con las posibles concesiones del tramo sur del Ferrocarril Norte-Sur, Ferrogrão y el Ferrocarril de Integración Oeste-Este (FIOL). Las actuales concesionarias han estado negociando con el gobierno la posibilidad de nuevas inversiones a cambio de la renovación de sus concesiones, pero principalmente se han topado con las demandas planteadas por el Tribunal Federal de Cuentas (TCU).
En los puertos, el escenario no es diferente. El Decreto de Modernización del Marco Regulatorio de Puertos publicado en 2017 trajo la expectativa de mayores inversiones en el sector, pero las incertidumbres jurídicas bloquean el proceso. Hasta hace poco, más de 110 solicitudes de renovación de contratos de áreas portuarias estaban estancadas en el Ministerio de Transportes, Puertos y Aviación Civil a la espera de la posición del TCU. Como en el caso de los ferrocarriles, las incertidumbres deberían continuar al menos hasta finales de este año, condicionando las inversiones en el sector a unas pocas terminales concesionadas, principalmente en el norte del país, y a algunas otras inversiones privadas, como la en el Complejo São Mateus y terminales de granos en la región Norte.
A las puertas de la segunda mitad de un año con elecciones generales, es poco probable que este escenario sufra grandes cambios hasta diciembre. La expectativa es entonces para 2019. ¿Qué pasará? Con la recuperación de la economía, la tendencia es que los movimientos de carga en todo Brasil continúen creciendo. ¿La infraestructura brasileña está preparada para este nuevo ciclo?
Referencias:
Proyectos entran en el radar de los bancos – Valor Setorial Logística – marzo, 2018
Rumo hace campaña para renovar concesión Malha Paulista – http://www.valor.com.br/empresas/5165542/rumo-faz-campanha-para-renovar-concessao-de-malha-paulista
Odebrecht construirá megapuerto en ES, el mayor desde Lava Jato