A menudo se dice que hay dos formas de mirar un período problemático: lamentando y culpando a los acontecimientos por las desgracias traídas o aprendiendo de los retos. Entre las muchas lecciones que estos tiempos nos traerá, podemos resaltar la importancia de la resiliencia para las cadenas de suministro. El tema no es precisamente nuevo, pero cobra más importancia que nunca en este momento adverso.
Figura 1: la resiliencia en la cadena de suministro es esencial en tiempos de crisis.
Imagen wokandapix por Pixabay
Como usted, que está leyendo esto, probablemente sepa, el término resiliencia se toma prestado de la ciencia de los materiales y originalmente describe la capacidad de un material para absorber energía mecánica en un régimen elástico, es decir, la capacidad de deformarse y volver a su forma. cesa el esfuerzo mecánico, sin perjuicio de la integridad estructural. Análogamente, la resiliencia, en nuestro contexto, define la capacidad que tienen las cadenas de suministro para “deformarse” según fuerzas externas sin rupturas. Con COVID-19, tenemos una fuerza externa inmensa que actúa en las cadenas de suministro globales, sin embargo, no es raro que muchas empresas no sepan cómo hacer que sus cadenas sean realmente resistentes, lo que hace que este término se convierta en una palabra vagamente repetida.
Una cadena de suministro resiliente implica necesariamente, pero no exclusivamente:
1) Flexibilidad;
2) Visibilidad;
3) Comunicación;
La flexibilidad de una cadena depende de cuán maleable sea o cuán fácilmente se pueda modificar en un corto período de tiempo. En el campo de la oferta, esto se traduce en la necesidad de estrategias de copia de seguridad. Por ejemplo, si la fábrica de un proveedor de insumos se ve afectada por un brote de COVID-19, es prácticamente seguro que su capacidad para cumplir con los plazos acordados se verá comprometida, la existencia de un proveedor de respaldo permite un suministro continuo de insumos, lo que impide que se produzcan ventas. se pierde por falta de materia prima. Otro ejemplo se refiere a los servicios de transporte y almacenamiento de productos: es importante contar con proveedores de respaldo o estrategias de mitigación con el mismo proveedor, en las que los proveedores de servicios logísticos se convierten en socios muy importantes para garantizar el servicio. Es fundamental en este momento que los equipos de suministro no se apeguen a dogmas de reducción de costes, por ello sus responsables, que tienen una visión global de la empresa, deben valorar la última línea de la Cuenta de Resultados. Tener el costo unitario más bajo no sirve de nada si, en un momento de crisis, el proveedor no puede soportar los desafíos que enfrenta la empresa, lo que hace que pierda ventas y perjudique su balance final.
La visibilidad se refiere a la información disponible para la toma de decisiones y pasa por una gran interfaz con los sistemas de información. La mayoría de las medianas y grandes empresas ya cuentan con sistemas ERP, TMS y WMS, sin embargo, la existencia de sistemas en la empresa no es suficiente para garantizar la visibilidad, los sistemas deben estar bien integrados e implementados. La mayoría de las veces, vemos sistemas que brindan información contradictoria: el ERP indica la existencia de stock disponible para la venta, pero el WMS no permite la venta, ya que el stock está reservado para otro cliente. ¿Existe el stock o no? Solo ir a la fábrica a contar las cajas y estar seguro. Otro ejemplo, muy frecuente en Inbound: la imposibilidad de rastrear el tránsito de insumos de fábrica. Muchas empresas simplemente no saben dónde están sus suministros y confían únicamente en las existencias de seguridad para mantener las ventas. Sin embargo, en el arduo escenario en el que nos encontramos, esto no es suficiente, el stock de seguridad está diseñado para cubrir una variación de algunas desviaciones estándar del lead time de suministro, dejando a la empresa completamente a merced de su propia suerte, ya que un blanco fácil para competidores mejor preparados.
Finalmente, la comunicación, y aquí me limito a la comunicación entre los eslabones de la cadena. Este tema ya está presente en las discusiones en el mundo de la gestión de la cadena de suministro desde los artículos publicados por Hau Lee en la década de 1990 que describen y cuantifican el efecto látigo en las cadenas de suministro, tema de otras publicaciones en este blog.
Figura 2 – Ilustración del Efecto Bullwhip. Fuente: Slack at al (1999)
No es raro encontrar relaciones entre proveedores y clientes con un nivel de desconfianza entre ellos, casi como si fueran competidores. En tiempos de “disrupción”, este no es el “enfoque” más adecuado. Para la industria es fundamental contar con información sobre el sell-out minorista que comercializa sus productos, precisamente para mitigar el efecto látigo que provoca la percepción de variabilidad de la demanda. Los minoristas no deben ocultar esta información para aprovecharse de sus proveedores, ya que corren el riesgo de no tener los productos que realmente se venden y generar ingresos en una fecha posterior.
En el entorno árido en el que nos encontramos, como profesionales de la cadena de suministro, debemos aprovechar la oportunidad y aprender de cada uno de los sufrimientos que tenemos para salir de esta más fuertes y preparados para un futuro que sin duda es desafiante.