Como resultado de la simplificación en las aprobaciones para el financiamiento de bienes de capital por parte del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES), la venta de camiones comenzó a reaccionar este mes. Sin embargo, esta recuperación comenzó demasiado tarde y no debería evitar una caída en los volúmenes de la industria de vehículos pesados este año, según estimaciones de los principales fabricantes de automóviles.
Sus proyecciones indican una caída en el rango de 5% a 12% de las ventas de camiones en 2014, lo que significaría algo entre 136 mil y 147 mil unidades registradas hasta diciembre.
Aun así, se trata de un objetivo ambicioso porque, teniendo en cuenta la caída del 11% acumulada en el primer trimestre, el mercado deberá, a partir de ahora, avanzar a un ritmo cercano al 20% para alcanzar esa marca, recuerda Ricardo Alouche. vicepresidente de ventas de MAN, fabricante de camiones de la marca Volkswagen.
El año del sector comenzó muy por debajo de las expectativas debido a la demora en la publicación de las nuevas reglas del Finame, el renglón del BNDES que ofrece las tasas de interés más bajas para la compra de camiones – hoy, al 6% anual. Posteriormente, hubo un retraso en la liberación de financiamiento debido al aumento de la burocracia para obtener crédito.
El mes pasado, el BNDES volvió a simplificar el proceso, al permitir la preaprobación del crédito ya en el intermediario financiero. Con esto, comienza a liberarse un gran volumen de pedidos que estaban embalsados. Según Alouche, las ventas de este mes son un 50% más altas que las de marzo.
“Procesos que estaban embalsados comenzaron a fluir”, dice Alcides Cavalcanti, director comercial de Iveco, quien, junto a Alouche y otros ejecutivos, participó ayer del foro sectorial organizado por Automotive Business en São Paulo.
Para los directores de la industria de camiones, la simplificación de Finame fue un primer paso para desbloquear las ventas. La recuperación del mercado, sin embargo, todavía depende de un amplio programa de apoyo a la renovación de la flota, además de la relajación de las reglas de financiación de Finame.
Con el quiebre de la confianza en el rumbo de la economía, las empresas necesitan nuevos estímulos para renovar la flota, dicen. Alouche, de MAN, sugiere una reducción del pago inicial exigido para la financiación del BNDES, que es del 20% del valor del vehículo.
Gilson Mansur, director de ventas de Mercedes-Benz, dice que será necesario buscar formas para que el crédito del banco llegue también a los camioneros autónomos, y no solo a los grandes transportistas.
Debido a la fuerte caída en ventas e inventarios que llegan a los cuatro meses, las ensambladoras de camiones están reduciendo la producción y ajustando la plantilla con medidas como retiro temporal de trabajadores, programas de cesantías voluntarias y anticipación de vacaciones. Ejecutivos del sector dicen que, además de la burocracia del BNDES, la reducción en el transporte de carga industrial compromete los resultados de este año.
Fuente: Valor Econômico
Por Eduardo Laguna | desde sao paulo