China es el mayor mercado de consumo con sus casi 1,4 millones de habitantes y es también una especie de fábrica del mundo, insertada de lleno en la cadena de suministro global. En 2018, el país asiático exportó más de US$2,5 billones, casi el doble que el segundo lugar, Estados Unidos (US$1,7 billones). Naturalmente, al ser el mayor mercado consumidor y el mayor exportador, sus puertos se encuentran entre los principales en manejo de contenedores del planeta, ocupando 7 de las 10 primeras posiciones, con el puerto de Shanghái manejando más de 2018 millones de TEU en 40.
Pero un organismo de tamaño microscópico empieza a afectar a esta máquina productiva y, en consecuencia, ya provoca problemas en buena parte de las cadenas de suministro globales. En un intento por contener la epidemia de coronavirus, el gobierno chino y las propias industrias están parando operaciones para evitar la concentración de grandes grupos de personas y posibles contagios. El resultado es que ya falta de materia prima para algunos sectores y La contratación de buques en los principales puertos chinos cayó un 20% en enero según un artículo del diario Valor Econômico.
Este es uno de los riesgos de invertir en una cadena de suministro global. Incluso a miles de kilómetros de distancia, la producción de una empresa puede verse seriamente afectada por un problema que, en un principio, sería sólo local e irrelevante para ella. A más de 16 kilómetros de la provincia de Wuhan, en China, Motorola en Brasil informó sobre la posibilidad de parar su fábrica en São Paulo por falta de materia prima, y lo mismo podría ocurrir con Samsung. En Estados Unidos y Europa, los fabricantes de vehículos también admiten la posibilidad de cerrar plantas.
En el caso brasileño, la menor eficiencia de la logística en el país incluso ha sido beneficiosa, ya que termina llevando a las empresas a tener mayores inventarios, lo que ha postergado los posibles efectos de la falta de materias primas.
Por otro lado, en países con infraestructura de transporte eficiente y menos burocracia, las cadenas de suministro justo a tiempo corren un grave riesgo de interrupción. La falta de previsibilidad en cuanto a la duración de esta crisis acaba llevando a las empresas a replantearse las fechas de futuros lanzamientos. Aunque no se anunció oficialmente, existía la posibilidad de que Apple lanzara un modelo de iPhone más económico en el primer trimestre, lanzamiento que puede retrasarse debido a paros en la producción.
Por cierto, esta no es la primera vez que Apple, cuya sede se encuentra en California (EE. UU.), sufre problemas derivados de su cadena de suministro globalizada. La crisis comercial entre Estados Unidos y China repercutió en los costes de sus artículos producidos en el país asiático, lo que ha llevado a la empresa estadounidense a evaluar la posibilidad de llevar parte de su producción a fábricas de otros países.
Y tú, ¿el funcionamiento de tu empresa se ha visto obstaculizado por el coronavirus?